Deja de ignorar los signos. Hable con un especialista en EAP. Tome el control de su salud.

Eso que siente puede no ser simplemente que “tiene mala circulación” porque está envejeciendo. Podría ser mucho peor de lo que parece. Podría tener enfermedad arterial periférica, también llamada EAP. Si no se trata, la EAP puede causar un dolor intolerable, una amputación e incluso la muerte. Descubra cómo puede evitar la amputación.
Deje de ignorar los signos. Hable con un especialista en EAP. Tome el control de su salud.

Raú ya no puede dormir; el dolor es terrible.
Le duele la pierna desde hace más tiempo de lo que quiere admitir. El dolor a menudo le impide dormir. Su único alivio es hacer colgar el pie del borde de la cama.
Raúl no lo sabe, pero ese dolor en la pierna podría significar que tiene una de las formas más graves .
Si no se trata, las cosas pueden empeorar rápidamente, incluso es posible que la enfermedad lleve a la amputación de la pierna.9 Afortunadamente para Raúl, hay una prueba sencilla y no invasiva que el médico puede hacer para saber si tiene un problema en la circulación sanguínea de las piernas; la prueba se llama índice tobillo-brazo (ITB).
Esta prueba es excelente para mostrarles a los médicos la gravedad de la EAP.23 La prueba compara la presión sanguínea del tobillo con la del brazo. De esta forma el médico puede determinar si las arterias de Raúl están obstruidas. Luego, el médico puede desarrollar un plan de tratamiento para aliviar el dolor y minimizar el riesgo de que la afección empeore.
Si Raúl no se trata, tal vez aparezcan heridas que no cicatrizan y podría ser necesaria una amputación. ¿Le suena conocido? Si tiene dolor nocturno en las piernas, obtenga información sobre otros síntomas de EAP y comparta sus inquietudes con un profesional de la salud.
Raúl no es un paciente real. Con esta historia se intenta representar a parte de la población con EAP. Síntomas, opciones de tratamiento y resultados.
